Larry Hall me condujo al salir del ascensor hacia uno de los apartamentos que acaba de construir recientemente.
Está elegantemente amueblado. Hall dice que los acabados y la atención al detalle fueron recibidos con gran entusiasmo por parte de sus clientes. "He tenido varios clientes que, literalmente, lloraron de alegría cuando lo vieron", dice el empresario.
Pero hay algo muy inusual en estas viviendas.