Es una noche de noviembre de 1991. Freddie Mercury, cantante líder de la banda de rock Queen, se quedó dormido por un rato. Peter Freestone, sentado cerca de él, sostiene su mano. Hasta hacía unas horas, él era de los pocos que estaban conscientes de su enfermedad.
"Cuando empecé a trabajar como su asistente, él solía salir todas las noches porque la vida es para vivirla, ya sabes. Nunca sabes cuándo va a terminar", dijo Freestone a la periodista de la BBC Lucy Williamson.
Freestone, su asistente personal por doce años, vio a Mercury ascender hasta